Como anunciábamos hace días se ha celebrado en la Parroquia de la Concepción de Madrid una Misa solemne en conmemoración del 50º aniversario de la muerte del Siervo de Dios, SS el Papa Pío XII.
La Santa Misa, según el novus ordo, fue celebrada por S.E.R. Monseñor Manuel Monteiro de Castro, Nuncio Apostólico de Su Santidad en Madrid, y concelebrada por don Silverio Nieto, Jefe del Servicio Jurídico Civil de la Conferencia Episcopal Española y don José Aurelio Martín, Párroco de la Parroquia de la Concepción. Asistieron también los Monseñores Santo Gangemi y Luigi Bianco, Ministros Consejeros de la Nunciatura, Monseñor Francis Rode, antiguo Rector de la Obra de San Luis de los Franceses, Monseñor Antonio Astillero, Deán de la Catedral de la Almudena, don Fernando Altolaguirre, Párroco de Torres de la Alameda y Capellán Magistral de la Soberana Orden de Malta, don Manuel Bru, jefe de la programación religiosa de la cadena COPE y otros sacerdotes diocesanos.
Ocuparon los bancos presidenciales la duquesa de Franco, hija del Jefe del Estado Español durante todo el pontificado de Pío XII, Pitita Ridruejo, la escritora Pilar Arístegui, casada con el Embajador de España y Gentilhombre de Su Santidad don Carlos Abella Ramallo, la duquesa de Montealegre, el delegado en Madrid de la Asociación Internacional Pastor Angelicus, que convocaba el acto, y la Junta Directiva de la Asociación UNA VOCE MADRID. Asistió también desde lugar preferente el Magistrado don José Luis Requero, Vocal del Consejo General del Poder Judicial. La iglesia de la Concepción estaba completamente llena de fieles que quisieron rendir este tributo a Pío XII.
Durante la homilía, monseñor Manuel Monteiro de Castro destacó que “la labor de Pío XII y de su Cuerpo Diplomático ha sido incansable a favor de la asistencia a los pobres, a los hambrientos, a los desaparecidos, a los que buscaban un hogar”.
“Terminada la guerra en 1941, Pío XII se encontró con el comunismo que declaraba su ideología incompatible con la religión y con planes fuertemente preparados procuraba eliminar la religión, expulsando a los misioneros extranjeros, encarcelando obispos y sacerdotes, clausurando escuelas católicas e iglesias”, afirmó el Nuncio de Su Santidad en España.
Según explicó, monseñor Monteiro de Castro, en aquella época, “la política educativa era atea y materialista. Empezó por Rusia; se extendió por los países de la Unión Soviética hasta la China Popular”.
“Pío XII brilla en la historia de la Iglesia sobre todo por su magisterio doctrinal. Ninguna cuestión de interés para sus contemporáneos quedó sin la palabra del Papa. Sus alocuciones, sus discursos, sus homilías, sus cartas encíclicas exponen en un lenguaje claro la doctrina de la Iglesia en materia de fe y costumbres y del derecho natural”, afirmó el Nuncio Apostólico en España, quien también dejó clara la verdadera actitud del Papa Pío XII hacia el pueblo judío durante su pontificado, denunciando la campaña de difamación y descrédito de que ha sido víctima en una época determinada.
Al final de su homilía, el Nuncio Apostólico hizo votos por que se agilice lo más posible el proceso de beatificación que se encuentra iniciado.
Al terminar la Santa Misa, los invitados se reunieron en la sacristía donde todos los que quisieron se acercaron al Sr. Nuncio Apostólico para agradecerle su deseo de celebrar esta Misa. Fue igualmente felicitado muy efusivamente por sus sentidas palabras en favor de Pío XII.
Dios quiera que, como pidió Monseñor Monteiro de Castro, podamos ver muy pronto elevado a la gloria de los altares a uno de los Papas más grandes de la historia de la Iglesia Católica.
(Fotografía cortesía de Dolores de Lara)
